Bruno Veneziani, homo Barinus universalis. ('Ex vita Barii usque ad maiores res'). Reflexiones vital-jurídico-políticas en homenaje a un amigo

• Autore: José Rodríguez de la Borbolla Camoyán
• Pagine: 275-278

Bruno Veneziani, homo Barinus universalis.

(“Ex vita Barii usque ad maiores res”).

Reflexiones vital-jurídico-políticas

en homenaje a un amigo

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Hace ya alrededor de 40 años, cuando el mundo estaba empezando a cam-

biar, a alguien se le ocurrió decir que, para triunfar en el tiempo que se aveci-

naba, era necesario “to think globally and to act locally”. “Pensar globalmente

y actuar localmente…” para encontrar soluciones a los problemas del tiempo

nuevo. Las reglas del juego empezaban a superar los límites del terreno de los

Estados-nación; las condiciones de las relaciones económicas básicas se jaban

a otros niveles, más altos y lejanos, que aquellos en que jugaban los interlocu-

tores sociales e institucionales tradicionales -sindicatos, empresarios y Estados;

incluso las lenguas del intercambio habían comenzado a ser diferentes: alguien

llegó a decir que “para triunfar en el futuro, habrá que dominar tres idiomas: el

inglés, el español, y el lenguaje de los ordenadores”…

Nunca estuve totalmente de acuerdo con ninguna de las dos frases anteriores.

En cuanto a la segunda, creo que el inglés y el español son necesarios en nuestro

mundo. Bruno maneja ambos. Pero en cuanto a lo demás, creo que todavía se

puede triunfar en nuestra época, y Bruno Veneziani es un ejemplo de ello, sin

dominar el lenguaje de los ordenadores. En su caso, ha sido suciente con ha-

ber llegado a ser, solamente, un “mecanógrafo o dactilógrafo electrónico”. En

el caso de algún otro maestro laboralista español de reconocimiento mundial,

que yo conozco bien, ni siquiera eso. Ha bastado con tener una secretaria ex-

traordinaria que escriba al dictado, que mejore y adecue el texto dictado al más

correcto lenguaje escrito, y que corrija los errores sobre la marcha. Porque para

triunfar en la ciencia jurídica lo único que hace falta es estudiar mucho, tener

imaginación y ser capaz de generar buenas ideas. Y Bruno Veneziani acopia esas

tres condiciones, con exceso, incluso. Cuando hablo con Bruno, me acuerdo de

lo que dijo Roosevelt cuando le preguntaron su opinión sobre Sir Winston Chur-

chill: “Es un hombre que genera cien ideas cada día…¡Y, como mínimo, dos o

tres de esas ideas de cada día son útiles!

En cuanto a lo de “think globally, act locally”, aunque se trata de una expre-

sion muy sugestiva, siempre he pensado que, tanto a nivel intelectual como para

el desarrollo de la acción práctica, la relación local-global se puede expresar de

otra forma: “To feel and to understand the local and the global, in order to make